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Qué es el FMI (página 2)




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¿De
dónde sale el dinero del
FMI?

Los recursos del
FMI proceden
sobre todo de la suscripciónde cuotas (capital) que
pagan los países miembros cuando ingresan en el FMI, o
tras una revisión periódica que lleve a un aumento
de las cuotas. Los países pagan el 25% de la
suscripción de la cuota en derechos especiales de giro
(DEG; véase el recuadro 3) o en monedas principales como
el dólar de EE.UU. o el yen japonés; el FMI puede
exigir el pago del resto, en la moneda del propio país
miembro, si lo necesita para efectuar un préstamo. Las
cuotas determinan no sólo el pago de la
sus-cripción que aporta el país miembro, sino
también el número de votos, la magnitud del
financiamiento
que puede recibir del FMI y la participación que le
corresponde en las asigna ciones de DEG.

Las cuotas se fijan para que, a grandes rasgos, reflejen
el tamaño relativo del país miembro en la economía mundial:
cuanto mayor sea la economía en función
del producto y
mayor y más variado su comercio
exterior, la cuota tiende también a ser mayor A
Estados Unidos
de América, la economía más
grande del mundo, le corresponde el mayor aporte al FMI, el 17,6%
del total de las cuotas. Seychelles, la economía
más pequeña del mundo, contribuye el 0,004%. La
revisión más reciente de las cuotas (la
undécima) entró en vigor en enero de 1999 y
elevó el total (que no había sido modificado desde
1990) en aproxi-madamente un 45%; las cuotas del FMI ascienden
ahora a DEG 212.000 millones (unos US$290.000 millones). Si hace
falta, el FMI puede obtener préstamos para comple-mentar
los recursos de las
cuotas. El FMI cuenta con dos tipos de acuerdos permanentes para
la obtención de préstamos a los que puede recurrir
si necesita hacer frente a cualquier tipo de amenaza en el
sistema monetario
internacional:

• los Acuerdos Generales para la Obtención
de Préstamos

(AGP), establecidos en 1962, que abarcan a 11
participantes (los gobiernos o bancos centrales
del Grupo de los
Diez países industrializados y Suiza) y • los Nuevos
Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP),
establecidos en 1997, con 25 países e instituciones
participantes. Conforme a estos dos acuerdos, el FMI dispone de
un totalde DEG 34.000 millones (unos US$46.000 millones) de
recursos en préstamo.

Recuadro 3

¿Qué es un
DEG?

El DEG, o derecho especial de giro, es un activo
internacional de reservacreado por el FMI en 1969 (en virtud de
la primera enmienda del Conve-nio Constitutivo) debido al temor
de los países miembros de que el total entonces existente
y el crecimiento previsto de las reservas internaciona-les fuera
insuficiente a los fines de la expansión del comercio
mundial.

Los principales activos de
reserva eran el oro y el dólar de EE.UU., y los
países miembros no querían que las reservas
mundiales tuvieran que depender de la producción de oro, que presentaba
incertidumbres inherentes, ni de los repetidos déficit de
la balanza de pagos
de Estados Unidos
que se necesitarían para que continuaran creciendo las
reservasen dólares de EE.UU. El DEG se creó como
activo complementario de re-serva que el FMI "asignaría"
periódicamente a los países miembros en caso de
necesidad, y que podría cancelarse en la medida que
hiciera falta.

El DEG —que a veces recibe el nombre de "papel oro"
aunque no tiene existencia física— ha sido
asignado a los países miembros (en forma de asientos
contables) en cantidades propor cionales a las cuotas. Hasta la
fecha, el FMI ha asignado un total de DEG 21.400 millones
(unos

US$29.000 millones) a los países miembros. La
última asignación se produjo en 1981, año en
que asignaron DEG 4.100 millones a los 141 países que en
ese momento eran miembros del FMI. Desde 1981, el conjunto de los
países miembros no ha considerado que hiciera falta una
nueva asig-nación
general de DEG, en parte debido al crecimiento experimentado por
los mercados
internacionales de capital. Sin
embargo, en septiembre de 1997 y a la luz del
incremento habido en el número de países miem-bros
—entre ellos países que no han recibido una
asignación— la Junta de Gobernadores propuso la
cuarta enmienda del Convenio Constitutivo.

Cuando la apruebe la mayoría de países
miembros fijada con ese fin,quedará autorizada una
asignación especial única "equitativa" de DEG
21.400 millones que se distribuirá de manera que la
proporción de asignaciones acumulativas netas de todos los
países miembros en relación con la cuota se eleve a
un nivel común de referencia Los países miembros
del FMI pueden utilizar el DEG en transacciones entre sí,
con 16 tenedores "institucionales" de DEG y con el propio
FMI.

El DEG es también la unidad de cuenta del FMI.
Hay varios organismos internacionales y regionales, además
de convenciones internacionales,que utilizan el DEG como unidad
de cuenta o como base para determinar una unidad de cuenta El
valor del DEG
se fija diariamente en función de
una cesta de cuatro monedas principales: euro, yen
japonés, libra esterlina y dólar de EE.UU. Al 1 de
agosto de 2001, un DEG valía 1,26 dólares de EE.UU.
La composición de la cesta se revisa cada cinco
años para comprobar que sigue siendo re-presentativa de
las monedas utilizadas en las transacciones internacionales y que
la ponderación asignada a las monedas es reflejo de su
importancia relativa en los sistemas de
comercio y
financiero mundiales.

¿Qué
servicios
presta el FMI a los países miembros?

El FMI asiste a los países miembros de la
siguiente manera:

• examina y supervisa la evolución económica y financiera
nacional y mundial y asesora a los paí-ses miembros sobre
las medidas económicas que implementan,

• les presta divisas duras en respaldo a la
política
de ajuste y reforma que sirva para corregir pro blemas de
balanza de
pagos y que fomente el crecimiento sostenible,

• ofrece una amplia gama de asistencia
técnica, y capacitación a funcionarios públicos
y de los bancos centrales,
en los campos de su especialidad.

Asesoramiento sobre medidas de política y supervisión mundial

El Convenio Constitutivo dispone que la
institución se encargue de vigilar el sistema monetario
internacional, comprendida la tarea de ejercer una "supervisión" firme, es decir, el
seguimiento, de la política cambiaria de los países
miembros. Conforme a lo dispuesto en el Convenio Constitutivo, un
país miembro se com-promete a colaborar con el FMI en la
labor de asegurar regíme-nes cambiarios ordenados y de
fomentar un sistema estable de tipos de cambio.

Concretamente, los países miembros convienen en
orientar las medidas de política hacia el objetivo de un
crecimiento
económico ordenado con estabilidad razonable de los
precios,
además de promover condiciones económicas y
financieras fundamentales ordenadas y de evitar la
manipulación del tipo de cambio
a los fines de obtener ventajas competitivas desleales. Asimismo,
los países miembros se comprometen a facilitar al FMI la
información que haga falta para que pueda
realizar su labor de seguimiento. Los países miembros han
convenido que la su-pervisión de la política
cambiaria nacional por parte del FMI debe realizarse en el marco
de un análisis completo de la situación
económica general y de la estrategia de
cada país miembro para su política
económica.

Gracias al seguimiento continuo de las economías
y al asesoramiento en materia de
política que la supervisión del FMI entraña,
se detectan las señales de peligro, y los países
pueden Inter venir a tiempo para
evitar problemas. Hay
tres modalidades de seguimiento que utiliza el FMI:

La supervisión de la política
económica nacional, en forma de consultas regulares y
completas (habitualmente, una vez al año) con los
países miembros para examinar las medidas econó
micas, pudiendo celebrarse consultas en cualquier momento si hace
falta. El procedimiento
regular de consulta se llama "consultas del Artículo IV",
ya que es en el Artículo IV del Convenio Constitutivo
donde se dispone este tipo de encuentro. (También se
llaman "consultas bilaterales", pero es inco-rrecto porque cuando
el FMI celebra consultas con un país miembro, la
institución está representando a la totalidad de
los países miembros, de manera que en realidad se trata
siempre de consultas multilaterales.)

¿Cómo se realizan las consultas del
Artículo IV?

Primero, un equipo de economistas del FMI visita el
país para obtener datos
económicos y financieros y examinar con fun-cionarios del
gobierno y del
banco central
las medidas de política económica en el contexto de
la evolución reciente. El personal del FMI
pasa revista a la
política macroeconómica (fiscal,
moneta-ria y cambiaria), evalúa la solidez del sistema
financiero y analiza los aspectos de la política
económica en los campos industrial, social, laboral, de
gestión
de gobierno,
ambiental y otros que pueden repercutir en la política y
los resultados macro económicos.

El equipo del personal presenta
seguidamente un informe sobre sus
conclusiones, aprobado por la gerencia, al
Directorio Ejecutivo, que examina el análisis realizado por el personal. Las
Opiniones del Directorio, resumidas por el presidente, se
comunican al gobierno del país. De esta manera, las
opiniones de toda la comunidad
mundial, y lo aprendido de la experiencia internacional, se dejan
sentir en la política del país interesado. Como
fruto de la creciente transparencia dada al FMI y sus funciones en los
últimos años, se publica ahora en una nota de
información al público el resumen de
las deliberaciones en el Directorio Ejecutivo sobre muchas de las
consultas del Artículo IV, además del resumen del
análisis que realiza el personal. De hecho, en muchos
casos, se publica también el informe completo
que elabora el personal con motivo de las consultas. Las notas de
información al público y los informes
pueden consultarse en el sitio del FMI en Internet.

El FMI complementa las consultas, generalmente
anuales,que celebra con los países con visitas adicionales
del personal a los países miembros siempre que hace falta.
El Directorio Ejecutivo organiza reuniones frecuentes, de
carácter oficioso, para pasar revista a la
evolución económica y financiera de determinados
países miembros y regiones. La supervisión mundial,
que entraña el examen que realiza el Directorio Ejecutivo
del FMI sobre tendencia y evolución de la economía
mundial. El examen principal de este tipo se basa en los informes
titulados elaborados por el personal del FMI, normalmente dos
veces al año, para las reuniones semianuales del
Comité Monetario y Finan ciero Internacional. Estos
informes se publican en su totalidad antes de dichas reuniones,
junto con el resumen tras las deliberaciones del Directorio
Ejecutivo que prepara el presidente. Otro elemento de la
supervisión mundial que lleva a cabo el FMI, es el
debate de
carácter habitualmente anual que celebra el
Directorio sobre la evolución, perspectivas y
planteamientos de política en los mercados
internacionales de capital, cuestiones sobre las que
también se publican los informes del personal. El
Directorio Ejecutivo celebra asimismo reuniones oficiosas
más frecuentes sobre la evolución de la
economía y los mercados mundiales.

La supervisión regional, en virtud de la cual el
FMI examina las medidas de política que se siguen en
relación con los acuerdos regionales. En estos aspectos se
incluye, por ejemplo, las deliberaciones del Directorio Ejecutivo
sobre evolución de la Unión
Europea, la zona del euro, la Unión Económica y
Monetaria del África Occidental, la Comunidad
Económica y Monetaria de África Central y la
Unión Monetaria del Caribe Oriental.

La gerencia y el
personal del FMI participan también en las sesiones de
supervisión que organizan grupos de
países como el G–7 (el Grupo de los
Siete países industriales principales) y el APEC (Consejo
de la Cooperación Económica en Asia y el
Pacífico).

Financiamiento de
respaldo a los países que atraviesan
dificultades

El FMI presta divisas a los países que atraviesan
dificultades de balanza de pagos. Un préstamo del FMI hace
más llevadero el ajuste que tiene que realizar el
país para que el nivel de gasto sea más acorde con
el ingreso y pueda así corregir el problema de balanza de
pagos que enfrenta.

El crédito
del FMI también sirve el propósito de respaldar las
medidas de política, comprendida la reforma estructural,
que mejoren en forma perdurable la situación de los pagos
de un país y las perspectivas de crecimiento.

Todos los países miembros pueden recurrir al FMI
para solicitar financiamiento
si existe la necesidad por motivos de balanza de pagos, es decir,
si necesitan un crédito
oficial para poder efectuar
pagos y mantener un nivel apropiado de reservas sin tomar
"medidas perniciosas para la prosperidad nacional o
internacional".

Ese tipo de medidas podrían ser restricciones
sobre el comercio exterior
y los pagos, fuerte compresión de la demanda en la
economía interna o fuerte depreciación de la moneda nacional. Sin el
financiamiento del FMI, un país que enfrentase
dificultades de balanza de pagos podría verse obligado a
un ajuste más abrupto o a tomar otras medidas que pudieran
ser perniciosas para la prosperidad nacional o internacional.
Entre los fines del FMI se encuentra el evitar precisamente esas
consecuencias (véanse en el recuadro 2 los incisos v) y
vi))

¿Qué es
un programa
respaldado por el FMI?

Cuando un país recurre al FMI en solicitud de
financiamiento puede estar atravesando una crisis
eco-nómica o encontrarse en ciernes de una, la moneda
podría estar bajo ataque en los mercados extranjeros de
divisas y estar agotadas las reservas internacionales,la
actividad económica podría haberse estancado o
estar en caída, o registrarse un aumento de las situa
ciones de quiebra. Para
que el país pueda regresar a una posición
sólida de los pagos y restablecer las condiciones para el
crecimiento sostenido de la economía,hará falta
combinar el ajuste económico con el financiamiento oficial
o privado, o con ambos.

El FMI ofrece asesoramiento a las autoridades del
país para la implementación de medidas que
podrían contribuir a superar los problemas de
la manera más eficiente. Pero, para que el FMI pueda
conceder financiamiento, tiene primero que convenir con las
autoridades en un programa de
medidas destinadas a alcanzar metas específicas y
cuantificadas sobre viabilidad externa, estabilidad monetaria y
financiera y crecimiento sostenible. Los detalles de un programa
de esta índole se explicitan en un documento llamado
"carta de
intención" que el gobierno del país envía al
Director Gerente del
FMI.

El programa respaldado por el financiamiento del FMI
está elaborado por las autoridades nacionales en estrecha
colaboración con el personal del FMI y se adapta a las
necesidades especiales y circunstancias del país
interesado. Este es un aspecto esencial para la eficacia del
programa y para que el gobierno reciba el apoyo del país
al programa; sin esta condición de "autoría
propia", el programa difícilmente tendrá éxito.

Los programas se
elaboran también de forma flexible para que, durante la
implementación, puedan reevaluarse y revisarse si las
circunstancias cambian. De hecho, muchos programas se
revisan durante el período de su
ejecución.

Instrumentos de
crédito del FMI y evolución

El FMI ofrece financiamiento en virtud de una serie de
políticas establecidas que reciben el
nombre de "servicios" y
que han ido evolucionando con los años al objeto de
satisfacer las necesidades de los países miembros. Los
plazos, condiciones de reembolso y estipulaciones del
préstamo en los diferentes servicios varían en
función del tipo de problema de balanza de pagos y de las
circunstancias que se quieren superar (véase el recuadro
4).

El grueso del financia-miento del FMI se facilita al
amparo de tres
tipos diferentes de política de crédito: Los
acuerdos de derecho de giro forman el núcleo de la
política de crédito del FMI. Utilizados
principalmente de pagos a corto plazo.

Los acuerdos ampliados, a mediano plazo, conforme al
servicio
ampliado del FMI, se orientan a los países cuyos problemas
de balanza de pagos guardan relación con aspectos
estructurales que pueden llevar más tiempo para
corregir que las deficiencias macroeconómicas. Las medidas
de carácter estructural vinculadas a los acuerdos
ampliados incluyen las medidas de reforma cuyo objeto sea mejorar
el funcionamiento de las economías, como reforma del
sector tributario y financiero, privatización de empresas
públicas y medidas para dar más flexibilidad a los
mercados laborales. Desde finales de los años setenta, el
FMI ha estado
facilitando financiamiento concesionario para ayudar a los
países miembros más pobres a alcanzar la viabilidad
de los pagos, el crecimiento
económico sostenido y la mejora de los niveles de
vida. El servicio
concesionario actualmente en vigor, llamado servicio para el
crecimiento y la lucha contra la pobreza
(SCLP), remplazó al servicio reforzado de ajuste
estructural (SRAE) en noviembre de 1999 con el propósito
de fijar la lucha contra la pobreza y el
crecimiento económico como objetivos
centrales de los programas de política en los
países interesados. A finales de los años noventa,
el FMI creó nuevos servicios con el fin de ayudar a los
países a superar situaciones en losmercados de
pérdida súbita de confianza y de evitar
"contagios", es decir, que las crisis
financieras se extendieran a países cuya polí-tica
económica era la apropiada. (Véanse en las
páginas 30–33 los aspectos más destacados de
la evolución de los servicios del FMI.)

El FMI también facilita financiamiento para
ayudar a los países que tienen problemas de balanza de
pagos ajenos a su control, causados
por catástrofes naturales, situaciones de posguerra e
insuficiencias temporales de los ingresos de
exportación (o incre-mentos temporales del
costo de la
importación de cereales).

De la misma manera que se han creado servicios para
hacer frente a nuevos desafíos, los servicios que, con el
correr del tiempo, han pasado a ser innecesarios han sido
clausurados. Así, a comienzos del 2000, el Directorio
Ejecutivo inició una revisión de los servicios
(véanse en el recuadro 4 los que están actualmente
en vigor). Como resultado de esa revisión se eliminaron
cuatro servicios que habían quedado obsoletos. Tras el
estudio realizado en el Directorio Ejecutivo para modificar otros
servicios de carác-ter no concesionario, se han tomado las
siguientes decisiones:

• adaptar las condiciones de los acuerdos de
derecho de giro y de los préstamos al amparo del
servicio ampliado del FMI de manera que se aliente a los
países a no depender de los recur sos del FMI durante
períodos excesivamente largos o en cantidades muy
grandes,

• reafirmar que el recurso al servicio ampliado del
FMI deberá limitarse a los casos en que claramente haga
falta el financiamiento a más largo plazo,

• mejorar el seguimiento de los programas
respaldados por el FMI tras la conclusión de los mismos,
sobre todo en los casos en que el crédito pendiente de
reembolso sobrepase un cierto límite,

• modificar la línea de crédito
contingente (LCC), en el marco de los actuales criterios de
habilitación, para que sea un instrumento más
eficaz a efectos de evitar las crisis y de resistir el contagio
en los países que están siguiendo medidas de
política acertadas.

En la actualidad, los prestatarios del FMI son todos
países en desarrollo,
países en transición desde economías
centralizadas a sistemas basados
en el mercado o
países con economías de mercado
emergentes que se recuperan tras una crisis financiera. Muchos de
estos países disfrutan de acceso limitado a los mercados
internacionales de capital, en parte debido a dificultades
eco-nómicas propias. Desde finales de los años
setenta, todos los países industriales han podido
satisfacer sus necesidades de financiamiento en los mercados de
capital, pero en los primeros 20 años de la existencia del
FMI, más de la mitad del financiamiento concedido por el
FMI se dirigió a los países
industriales.

Características principales del crédito
del FMI

• El FMI no es un organismo de ayuda ni un banco de desarrollo.

Concede crédito para contribuir a que los
países miembros superen problemas de la balanza de pagos y
restablezcan el crecimiento económico sostenible. Las
divisas que entrega, en cantidades que están determinadas
por la cuota del país en el FMI, se depositan en el banco
central del país para complementar las reservas
internacionales de éste y, de esta manera, conseguir
respaldo general para la balanza de pagos. A diferencia de los
préstamos que conceden los organismos de desarrollo, los
fondos que facilita el FMI no se asignan al finan ciamiento de
actividades o proyectos
específicos.

• El crédito del FMI es de carácter
condicional y depende de que el país prestatario
interesado adopte las medidas contempladas para corregir el
problema de balanza de pagos. La condi cionalidad vinculada al
crédito del FMI contribuye a asegurar que una vez obtenido
el préstamo, el país no aplaza las decisiones
difíciles y acumula más deudas, sino que es capaz
de enderezar la economía y rembolsar el préstamo.
El país y el FMI tienen que ponerse de acuerdo sobre las
medidas de política económica que hacen falta. El
FMI desembolsa los recursos en forma es calonada,
vinculándolo al cumplimiento por el país
prestatario de los compromisos de política pro
gramados.

En el período 2000–01, el FMI ha tomado
medidas para racionalizar la condiciona li dad
,centrándola aún más en las medidas
macroeconómicas y financieras y haciendo que incida menos
en la gama de opciones que tiene el país; de esta manera,
se favorece el sentido de autoría nacional del programa y
se promueve la eficacia •
El crédito del FMI es de índole temporal.
Según el servicio financiero al que se recurra, los
préstamos pueden desembolsarse en períodos cortos
de seis meses o más largos de hasta cuatro años.
Los plazos de reembolso son de 3 !/4 a 5 años para los
préstamos a corto plazo (los acuerdos de derecho de giro)
o de 4 !/2 a 10 años para el financiamiento a mediano
plazo (en virtud del servicio ampliado del FMI).

Sin embargo, en noviembre de 2000, el Directorio
Ejecutivo acordó la introducción del principio de expectativa
temprana de reembolso con plazos de 2 !/4 a 4 años para
los acuerdos de derechos de giro y de 4 !/2
a 7 años para los acuerdos al amparo del servicio ampliado
del FMI. El período de reembolso para los préstamos
concedidos a países de bajo ingreso en el servicio de
financiamiento concesionario, el SCLP, es de 10 años con
un período de gracia de 5 !/2 años para el pago del
principal.

• El FMI espera que el país prestatario
conceda prioridad al reembolso del préstamo que se le ha
otorgado. El país prestatario está obligado a
rembolsar al FMI puntualmente, de manera que los recursos
estén disponibles para ser prestados a otros países
que necesiten financiamiento de la balanza de pagos. El FMI ha
establecido mecanismos para disuadir la acumulación de
atrasos, o de reembolsos e intereses vencidos. Sin embargo, el
aspecto más importante es el peso de la comunidad
internacional para que el FMI goce de la condición de
acreedor preferente. Se asegura así que el FMI
estará entre los primeros a los que se rembolse, aunque
con frecuencia sea el último prestamista dispuesto a
facilitar fondos a un país, una vez que está
claramente en duda la capacidad del país para hacerfrente
a sus obligaciones.

• Los países que obtienen un préstamo
del FMI en la ventanilla regular no concesionaria, es decir,
todos los países miembros salvo los países en
desarrollo de bajo ingreso, pagan tasas de
interés y cargos por servi-cio que están en
relación con el mercado, más un cargo por
compromiso que es rembolsable. Se podrá imponer un recargo
por encima de un cierto límite con objeto de desalentar el
uso frecuente de recursos del FMI. También se imponen
recargos en los giros al am-paro del servicio de
complementación de reservas. Los países de bajo
ingreso que obtienen financiamiento en virtud del servicio para
el crecimiento y la lucha contra la pobreza pagan
una tasa de
interés fija concesio-naria del 0,5% anual.

• Para reforzar las salvaguardias en lo que hace al
uso de recursos del FMI por parte de los países miembros,
en marzo de 2000 el FMI estableció el requisito de una
evaluación del cumplimiento por los bancos
centrales de las prácticas deseables en materia de
procedimientos
internos de control, informes
finan-cieros y mecanismos de auditoría. Al mismo tiempo, elDirec torio
Ejecutivo decidió ampliar la aplicación y el uso
más sistemático de las herramientas
dispo niblespara evitar el caso de que un país obtenga
crédito del FMI si facilitó información que
resul tara errónea.

• En la mayoría de los casos, el FMI, cuando
concede un préstamo, desembolsa tan solo una
pequeña parte de las necesidades de financiamiento de la
balanza de pagos de un país. Sin embargo, como la
aprobación por el FMI es señal de que la
política económica del prestatario se orienta por
el buen camino, se apuntala la confianza de los inversores y la
comuni-dad oficial y se contribuye a generar financiamiento
adicional en otras fuentes. De
este manera, el financia-miento del FMI puede servir de
influencia importante, o de catalizador, para atraer otros
fondos.

La capacidad del FMI para actuar como agente catalizador
se basa en la confianza que otros prestamistas tienen en las
operaciones
del FMI y sobre todo en la credibilidad de la condi cio nalidad
que acompaña al crédito.

Recuadro 4

Algunos servicios financieros del FMI

Los acuerdos de derecho de giro forman el núcleo
de la política de crédito del FMI. Un acuerdo de
derecho de giro ofrece la seguridad al
país miembro de que podrá girar hasta una
determinada cantidad, habi-tualmente durante un período de
12 a 18 meses, para hacer frente a un problema de balanza de
pagos a corto plazo.

Servicio ampliado del FMI. El apoyo del FMI a un
país miembro al amparo del servicio ampliado del FMI
ofrece la seguridad de que
el país miembro podrá girar hasta una determinada
cantidad, habitualmente durante un período de tres a
cuatro años, para ayudar a solucionar problemas
económicos de tipo estructural que estén causando
graves deficiencias en la balanza de pagos.

Servicio para el crecimiento y la lucha contra la
pobreza
(remplazóal servicio reforzado de ajuste
estructural en noviembre de 1999). Un ser-vicio en el que
se cobran tasas de interés
bajas para ayudar a los países miembros más pobres
que enfrentan problemas persistentes de balanza de pagos
(véase en la página 46 "Nuevo enfoque para reducir
la po-breza").

El costo que pagan
los prestatarios está subvencionado con los recursos
obtenidos de la venta de oro
propiedad del
FMI, más préstamos y donaciones que los
países miembros conceden al FMI con ese fin. Servicio de
complementación de reservas. Ofrece a los países
miem-bros financiamiento adicional a corto plazo si experimentan
dificulta-des excepcionales de balanza de pagos debido a una
pérdida súbita y amenazadora de confianza del
mercado que conduzca a una salida de capital. La tasa de
interés para los préstamos en virtud de este
servicio entraña un recargo sobre el nivel habitual del
crédito del FMI.

Línea de crédito contingente. Línea
precautoria de defensa que per-mite a los países miembros
que ejecutan medidas de política económica
acertadas obtener financiamiento del FMI a corto plazo si encaran
una pérdida súbita y amenazadora de confianza del
mercado debido al contagio de las dificultades que atraviesen
otros países miembros.

Asistencia de emergencia. Ventanilla abierta en 1962
para ayudar a los países miembros a superar los problemas
de balanza de pagos debidos a catástrofes naturales
repentinas e imprevisibles; el servicio se amplió en 1995
para tener en cuenta ciertas situaciones surgidas en un
país miembro tras un conflicto que
haya alterado su capacidad institucional y
administrativa.

Hitos en la
evolución del crédito del FMI

1952

Los acuerdos de dere-cho de giro comenza-ron a
utilizarse en 1952. Bélgica fue el primer país que
utilizó esta modali-dad en una operación por
valor de US$50
mi-llones facilitados por el FMI para consolidar las reservas
internacionales del país. Por "derecho de giro" se
entiende que, sujeto a la condicionali-dad, y si los necesita, el
país iembro adquiere el derecho a obtener los fondos que
se han puesto a su disposición. En la mayoría de
los casos, el país efectúa el giro.

1963

En este año, el FMI esta-bleció el
servicio de financiamiento com-pensatorio para prestar ayuda a
los países miem-bros roductores de materias primas que
atravesaran na nsufi-ciencia
temporal de in-gresos de exportación, comprendida la que fuera
consecuencia de una caída de precios. En
1981 se añadió el com-ponente que prevé
ayuda a os países para hacer frente a una subida tem-poral
del costo de la im-portación de cereales.

Años 70

Durante la crisis energé-tica de los años
setenta, cuando el precio del
pe-tróleo se cuadruplicó, el FMI contribuyó
a reciclar los superávit en divisas de los países
exportadores de petróleo
creando tem-poralmente el servicio financiero del
petró-leo, que estuvo en vigor desde 1974 a 1976.
Obte-nía fondos en préstamo de los países
xportado-res de petróleo y
de otros países con posiciones fir-mes de balanza de pagos
y los prestó a los países importadores de
petróleo para ayudar a financiar los éficit
relacionados con el pago del petróleo.

1974

En este año, se creó el servicio ampliado
del FMI para ofrecer asis-tencia a mediano plazo a los
países miembros que encaraban proble-mas de balanza de
pa-gos relacionados con deficiencias estructura-les
de su economía y que exigían una re-forma de
índole es-tructural durante un pe-ríodo largo. El
período para un acuerdo al am- aro del servicio am-pliado
suele fijarse en res años y una posible prórroga de
un año más. El primer acuerdo de este tipo se
convino con Kenya en 1975.

Años 80

En los años ochenta, el FMI
desempeñó un pa-pel central para ayudar a resolver
la crisis de la deuda en América
Latina en colaboración con los gobiernos na-cionales y
la comunidad bancaria internacional. El FMI prestó ayuda a
los países deudores para elaborar progra-mas de
estabilización a mediano plazo, facilitó un
volumen
onsidera- le de financiamiento con cargo a sus propios recursos y
organizó planes de financia-miento con la
partici-pación de gobiernos acreedores, bancos
co-merciales y rganismos internacionales.

1989

Desde 1989, el FMI ha estado
prestando ayuda activamente a países de Europa central y
oriental, del Báltico, Rusia y otros países de la
antigua Unión Soviética para que ransformen su
economía pasando de la planificación central a sistemas orientados
al mercado. Ha colabo-rado con estos países para
contribuir a es-tabilizar y reestruc- urar la economía en
aspectos que compren-den, por ejemplo, el desarrollo del marco
jurídico e institucio-nal de un sistema de mercado. Para
facili-tar financiamiento adicional en las primeras etapas de la
transición, el FMI creó en 1993 el servi-cio
para la transforma-ción sistémica, una
ventanilla que cerró en 1995.

Etapas recientes

1994–95

En este período, México
atravesó una grave crisis financiera cuando un cambio de
parecer en los mercados condujo a súbitas y fuertes
sali-das de capital. México
adoptó pidamente un programa vigoroso de juste y de
reforma, que concluyó con éxito.
En apoyo del programa, el FMI aprobó con rapidez su
operación de crédito más importante asta la
fecha por un total de S$17.800 millones. La situación
condujo tam-bién al FMI a establecer los Nuevos Acuerdos
para la Obtención de Préstamos (NAP) con ob- eto de
asegurar que el FMI podría disponer de fondos suficientes
para reaccionar ante situacio-nes importantes de crisis en el
futuro.

1996

En ese año, el FMI y el Banco Mundial
lanza-ron onjuntamente la iniciativa a favor de los aíses
pobres muy endeudados, que se co-noce como Iniciativa para los
PPME, on el objetivo de
reducir la deuda externa de
los países más pobres del mundo a niveles
soste-nibles en un plazo ra-zonablemente corto. En 1999 se
reforzó la Iniciativa ara que el alivio de la deuda fuera
ás rápido, amplio y rofundo. Al mismo tiempo, el
FMI rem-plazó el servicio re-forzado de ajuste
es-tructural, de carácter oncesionario, on el
fi-nanciamiento más am-plio del servicio para el
crecimiento y la lucha contra la pobreza, que presta atención más explícita a la
reducción de la pobreza (véase en la ágina
46 "Nuevo enfoque para reducir la pobreza en los países de
bajo ingreso").

 

1997–98

Durante la crisis finaniera en Asia en el
período 1997–98, el FMI facilitó
préstamos muy considerables, por un total de más de
US$36.000 millones, a Indonesia, Corea y Tailandia en respaldo de
medidas de estabi-lización y de reforma estructural. El
FMI estableció en 1997 el servicio de
comple-mentación de reservas con el propósito
specí-fico de prestar ayuda a los países para que
puedan superar necesi-dades importantes de financiamiento a corto
plazo debidas a una pérdida repentina de confianza n los
merca-dos manifestada por salidas de capital.

1999

El FMI creó un nuevo instrumento para evi-tar las
crisis, la línea decrédito contingente (LCC)
(véase el recua-dro 4). La LCC es un frente de defensa
contra el contagio financiero, que se facilita a los
países que están ejecutando medidas de
política económica acertadas.

2000

En noviembre de 2000, el Directorio Ejecutivo
pasó revista en detalle a los servicios finan-cieros del
FMI con objeto de evaluar si había que modificar las
modalidades de sistencia fi-nanciera del FMI facilitada a los
países miembros. El examen condujo a una importante
racionalización que se tradujo en la eliminación de
cuatro servicios. ambién se decidieron varios cambios
importantes que permitirán que los servicios fi-nancieros
del FMI sean más eficaces para dar apoyo a los esfuerzos
de los países destinados a evitar y resolver las crisis y
que contribuirán también al uso más
eficiente de los recursos del FMI.

Asistencia
técnica y capacitación del FMI

Es probable que el FMI sea más conocido por el
asesoramiento de política que ofrece y por el
cré-dito que en momentos de crisis concede a los
países en apoyo de la política económica.
Sin embargo, el FMI también comparte regularmente sus
conocimientos y experiencia con los países miembros
ofreciendo asistencia técnica y capacitación en una
amplia gama de especialidades, como banca central,
política
monetaria y cambiaria, política y administración tributarias y estadís
ticas oficiales. El propósito es contribuir a la mejora de
la elaboración e implementación de las medidas de
política económica de los países
miembros,comprendido el refuerzo de la capacidad de las instituciones
responsables, como ministerios de Hacienda y bancos centrales. La
asistencia técnica complementa el asesoramiento del FMI en
materia de política económica y asistencia
financiera ofrecidos a los países miembros; su costo
representa aproximadamente el 20% del presupuesto
administrativo del FMI.

El FMI inició las tareas de asistencia
técnica a mediados de los años sesenta,momento en
que muchos países re-cientemente independientes
solicitaron ayuda para crear bancos centrales y mi-nisterios de
Hacienda. Un nuevo incremento de las peticiones de asistencia
técnica se produjo a principios de los
años noventa, cuando los países de Europa central y
oriental y de la antigua Unión Soviética die-ron
comienzo a la transición desde sistemas de planificación central a econo mías
orientadas al mercado.

Más recientemente,el FMI ha incrementado su
asistencia técnica como parte de los planes en marcha para
reforzar la arquitectura del
sistema fi-nanciero internacional. Específicamente, ha
estado prestando ayuda a los países miembros para reforzar
los sistemas financieros,mejorar la recopilación y
divulgación de datos
económi-cos y financieros, consolidar los sistemas
tributario y jurídico y mejorar la regulación y
supervisión bancarias. También se ha estado
ofreciendo conside rable asesoramiento operativo a los
países que han tenido que restablecer las instituciones de
gobierno tras graves perturbaciones o conflictos
civiles.

El FMI presta asistencia técnica y
capacitación principalmente en cuatro
especialidades:

• refuerzo de los sectores monetario y financiero
mediante asesoramiento sobre regulación,
supervisión y reestruc-turación del sistema
bancario, gestión
y operaciones en
moneda extranjera, sistemas de compensación y
li-quidación de pagos, y estructura y
desarrollo de bancos centrales,

• apoyo a la política y gestión
fiscales firmes medianteasesoramiento sobre política y
adminis tración tributaria y aduanera, formulación
de presupuestos,
gestión del gasto, planificación de redes de protección
social y ges-tión de la deuda interna y externa, •
recopilación, gestión y divulgación de datos
estadísticos y mejora de la calidad de los
datos, • elaboración y revisión de la
legislación económica y financiera.

El FMI ofrece cursos de
capacitación a funcionarios del gobierno y los bancos
centrales de los países miembros en la sede del FMI en
Washington y en los centros regionales de

capacitación de Abidján, Brasilia,
Singapur y Viena. Sobre el terreno, ofrece asistencia
técnica mediante visitas del personal del FMI, que se
complementan con consultores y expertos contra tados. El
financiamiento complementario para la asistencia técnica
del FMI y la capacitación lo facilitan los gobiernos
nacionales de países como Japón y
Suiza, además de organismos internacionales como la
Unión
Europea, la Organización de Cooperación y
Desarrollo Económicos, el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo y el Banco
Mundial.

Reforzar el
sistema monetario y financiero internacional

La globalización ha creado nuevos
desafíos para el FMI. Dos de los más importantes y
difíciles consisten en cómo reforzar el sistema
financiero mundial —para que sea menos propenso a las
crisis financieras y pueda hacerles frente mejor cuando
surgen— y cómo avanzar en la lucha contra la pobreza
en los países de bajo ingreso (véase la
sección siguiente). La
globalización ha significado grandes beneficios para
muchos países y muchas personas en todo el mundo. La
integración en la economía mundial
es parte esencial de toda estrategia que
pretenda el aumento de los niveles de vida en un país.
Pero la
globalización, que fomenta el volumen y acelera
la rapidez de las corrientes internacionales de capital,
también aumenta el riesgo de crisis
financieras. Al mismo tiempo, también surge la amenaza de
que los países de bajo ingreso, que no se han bene-ficiado
mucho todavía de la globalización, se queden rezagados mientras
los niveles de vida suben en otros lugares.

Lograr un sistema financiero mundial más
fuerte

Las crisis financieras que surgieron en los mercados
emergentesa mediados y finales de los años noventa
sirvieron para recordar los riesgos que lleva
consigo la globalización, incluso en las economías
que han aprovechado en sumo grado esta transformación y
que, en muchos aspectos, están bien gestionadas. Las
economías afectadas durante la crisis en Asia en
1997–98, en particular, han avanzado enormemente durante
varias décadas gracias al comercio exterior, la inversión extran-jera directa y el acceso a
mercados
financieros internacionales cada vez más integrados.
Las crisis pusieron de manifiesto no sólo aspectos
vulnerables de política en los propios países
afectados, sino también deficiencias del sistema
financiero in-ternacional, dejando constancia de dos hechos
incuestionables:

• Los inversores pueden abandonar rápida y
masivamente un país si presienten deficiencias en las
medidas de política interna. Una vez que los inversores,
ya sean na-cionales o extranjeros, pierden confianza, las
entradas de capital pueden evaporarse y la salida neta de capital
en grandes cantida des puede precipitar una crisis
financiera.

• La crisis que surja en un país o
región puede extenderse rápidamente a otras
economías.

Para reducir el riesgo de futuras
crisis financieras y fomentar la pronta resolución de las
que surjan, el FMI ha estado colaborando con los gobiernos de los
países miembros y con otros organismos internacionales,
entidades reguladoras y el sector privado a los fines de reforzar
el sistema monetario y financiero internacional.

Las reformas que están en marcha abarcan los
siguientes campos:

Consolidación de los sectores
financieros

Un motivo principal que lleva a que un país pueda
ser vulnerable a una crisis económica es la fragilidad de
su sistema finan-ciero, si las instituciones carecen de liquidez
o son insolventes o pudieran encontrarse en esas situaciones como
resultado de una evolución adversa. Para que el sistema
sea más sólido, puede que los bancos y otras
instituciones financieras tengan que mejorar los controles
internos, comprendidas la evaluación
y gestión del riesgo. Quizá las autoridades tengan
también que actualizar la supervisión y
regulación del sector financiero hasta alcanzar niveles
internacionales.

En 1999, el FMI y el Banco Mundial iniciaron la
evaluación conjunta de los sectores financieros de los
países miembros para poder
identificar los puntos débiles efectivos o potenciales.
Equipos del FMI y del Banco Mundial, generalmente con ayuda de
expertos de los bancos centrales y las enti dades financieras
reguladoras,han estado evaluando la solidez de los sistemas
financieros de varios países miembros. Estas evaluaciones
se presentan al país para que sirvan de orientación
en las medidas que haga falta tomar.

El personal del FMI está colaborando
también con los gobiernos nacionales y otras instituciones
internacionales para:

• reforzar los marcos jurídico, regulatorio
y supervisor de los bancos,

• examinar los requisitos mínimos de
capitalización de los bancos y las instituciones
financieras,

• elaborar un conjunto central de normas
internacionales de contabilidad,

• finalizar una serie de principios
básicos sobre buena gestión empresarial,

• evitar los regímenes cambiarios
vulnerables a los ataques,

• asegurar un flujo más libre hacia el
mercado de datos financieros actualizados.

Asimismo, el FMI está colaborando con el
Comité de Basilea de Supervisión Bancaria para
mejorar las normas
reguladoras.

Códigos y normas
internacionales de buenas prácticas

Los países pueden dar confianza a la comunidad
internacional en lo que atañe a la política y las
prácticas que siguen si se ajustan a los códigos y
normas de buenas prácticas interna-cionalmente aceptados.
Para los países que no lo hacen, los códigos y
normas internacionales sirven de orientación para poder
reforzar sus sistemas. El FMI ha estado elaborando y poniendo a
punto las que son normas de carácter voluntario en
actividades de su responsabilidad, en algunos casos en
coo-peración con otros organismos internacionales como el
Banco de Pagos Internacionales (BPI) y el Banco Mundial. Entre
dichas normas figuran las que guardan relación con las
prácticas estadísticas de los países, los
códigos de buenas prácticas en las políticas
fiscal,
monetaria y financiera y las directrices para el refuerzo del
sector financiero, como supervisión del sistema bancario y
normas reguladoras.

Como complemento de la labor del FMI, el BPI, el Banco
Mundial y otras entidades que fijan normas han estado elabo-rando
normas internacionales en campos como contabilidad y
auditoría, quiebras, gestión
empresarial, reglamentación del mercado de
valores y sistemas de pagos y liquidación. Para ayudar
a los países a evaluar el ivel de su cumplimiento, el
personal del FMI, junto con los gobiernos interesados,
comenzó en 1999 a redactar informes experimentales sobre
la observancia de códigos y normas por parte de los
países, centrados sobre todo en las áreas de
competencia
operativa directa del FMI. Varios países han decidido dar
a conocer el contenido de esos informes.

Fomento de la apertura y publicación de
datos

La publicación de datos actualizados y
fiables,así como la información sobre la
política económica y financiera, las
prácticas y la formulación de decisiones de los
países, son necesarias para que los inversores puedan
formarse un criterio fundado y los mercados puedan funcionar de
manera eficiente y ordenada. Tras la crisis mexicana de
1994–95, el FMI elaboró en 1996 las normas
especiales para la divulgación de datos (NEDD) para que
sirvieran de orientación a los países que cuentan
con acceso a los mercados internacionales de capital, o que
desean dicho acceso, a efectos de comunicación al pú-blico de datos
económicos y financieros

. Los países que suscriben el cumplimiento de
estas normas se comprometen a publicar datos económicos y
finan-cieros nacionales detallados, comprendidos los datos sobre
reservas interna cionales y deuda externa,
conforme a un calendario preestablecido. En 1997 se puso en
marcha el sistema general de divulgación de datos (SGDD),
que sirve de orientación para los países que no
están en condiciones de poder comprometerse al
cumplimiento de las NEDD y necesitan mejorar sus sistemas
estadísticos.

Transparencia y
rendición de cuentas en el
FMI

La comunicación más amplia de
información a los mercados y al público en general
constituye un elemento central de la reforma del sistema
financiero internacional. También es piedra angular de la
reforma reciente y continua del propio FMI.

La transparencia, por parte de los países
miembros del FMI y de la propia institución, contribuye a
fomentar la obtención de mejores resultados
económicos en diversas formas. La mayor apertura en los
países miembros alienta a que el público pueda
realizar un análisis más amplio y mejor informado
de las medidas económicas que se toman, fomenta la
rendición de cuentas por parte
de los formuladores de dichas medidas y la credibilidad de las
mismas, además de mantener informa dos a los mercados
financieros para que su funcionamiento sea más
ordenado y eficiente.

La mayor apertura y claridad dispuestas por el FMI para
sus actividades y el asesoramiento que ofrece a los países
miembros contribuyen a que el debate sobre
lasmedidas de política sea más informado y a que se
comprendan mejor la función y las operaciones del FMI. El
examen y debate

público del asesoramiento que brinda el FMI
también contribuye a elevar el nivel de sus
análisis.

Desde mediados de los años noventa, el FMI ha
incremen-tado mucho el volumen de información que publica
—sobre su propia actividad y política y
también sobre las de los países miembros—
principalmente en Internet. Por ejemplo, en
1999–2000, las notas de información al
público, al término de consultas con los
países miembros conforme al Artículo IV, y que
resumen el debate en el Directorio Ejecutivo y ofrecen
antecedentes sobre las consultas, se han publicado
aproxima-damente en el 80% de los casos. Un porcentaje similar se
obtiene para las cartas de
intención que publican los gobiernos en relación
con programas económicos. En abril de 1999, el Directorio
jecu tivo dio comienzo a un proyecto piloto
para la publicación voluntaria de los informes del
personal en

relación con las consultas conforme al
Ar-tículo IV, y unos 60 países accedieron a
publicarlos en el curso de los 18 meses siguientes.

En noviembre de 2000, el proyecto piloto
fue remplazado por criterios para la publicación que
prevén la divulga-ción voluntaria (es decir, sujeta
al acuerdo del país interesado) de los documentos para
las consultas conforme al Artículo IV y de la documentación relacionada con el uso de
recursos del FMI por los países miembros.

La rendición de cuentas por parte del FMI, a los
gobiernos de los países miembros y al público en
general, se ha visto am-pliada en los últimos años
gracias a las evaluaciones externas de la política y
actividades de la institución que han sido en-cargadas a
expertos del exterior. Las evalua ciones externas publicadas
incluyen apreciaciones sobre el servicio reforzado de ajuste
estructural (que en 1999 fue remplazado por el servicio para el
crecimiento y la lucha contra la pobreza), la

supervisión de las economías de los
países miembros y las ac-tividades del FMI en el terreno
de la investigación económica.

En 2001 se creó la Oficina de
Evaluación Independiente. Al tiempo que se da más
transparencia al FMI, el Directorio Ejecutivo es muy consciente
de que es imprescindible preservar la función del FMI como
asesor confidencial de los países miembros, un aspecto
esencial de la tarea de la institución.

Participación del sector privado en la
prevención

y solución de las crisis

La mayor parte de las corrientes financieras
internacio-nales corresponde a movimientos del sector privado.
Este aspecto señala la importancia del papel que
puede desempeñar el sector privado para ayudar a evitar y
resolver las crisis financieras. Se pueden evitar las crisis y
también reducir la

volatilidad de las corrientes privadas si se mejora la
evaluación de riesgos y se
establece un diálogo
más estrecho y frecuente entre los países y los
inversores privados. Este tipo de diálogo
fomentará también la mayor participación del
sector privado en la solución de las crisis cuando
éstas surjan, comprendidos los aspectos de
reestructuración de la deuda privada. Tanto acreedores
como deudores pueden beneficiarse de un diálogo de este
tipo. Y la participa ción del sector privado en la
prevención y resolución de las crisis
debería también contribuir a limitar el llamado
"riesgo moral", es
decir, la po-sibilidad de que el sector privado se sienta tentado
a conceder créditos arriesgados si confía en
que las operaciones oficiales de rescate, incluidas las del FMI,
limitarán las pérdidas en que se
incurran.

El FMI también está intensificando el
diálogo que mantiene con los participantes en el
mercado,

por ejemplo por conducto del Grupo Consultivo so-bre los
Mercados de Capital, que se reunió por vez primera en
septiembre de 2000. El grupo ofrece un foro para la
comunicación regular entre los partici-pantes en el
mercado internacional de capital y la gerencia y alto personal
del FMI en temas que son de interés
común, comprendidos los asuntos rela-cionados con la
evolución de la econo mía y de los mercados
mundiales y las medidas para reforzar el sistema financiero
mundial. Sin embargo, en el grupo no se tratan asuntos
confidenciales que guarden relación con los
países.

Si surgiera una crisis, es de esperar que, en la
mayoría de los casos, los programas que respalda el FMI
sirvan para restablecer la estabilidad gracias a una
combinación de financiamiento oficial, ajustes de
política y mejora consiguiente de la confianza de los
inversores privados. Sin embargo, en ciertos casos puede que haga
falta tomar ciertas medidas como la reestructuración
coordinada de la deuda de los acreedores privados.

Los países miembros del FMI han convenido en
ciertos principios que orientarán la participación
del sector privado en la resolución de las crisis. Ahora
bien, esos principios exigen más elaboración y
tendrán que aplicarse con flexibilidad en cada
caso.

Colaboración con otras
instituciones

El FMI colabora activamente con el Banco Mun-dial, los
bancos regionales de desarrollo, la Organiza-ción Mundial
del Comercio, los organismos de las Naciones Unidas y
otras organiza ciones internaciona-les.

Cada una de las instituciones tiene un campo de
especialización propio y realiza un aporte
específico a la economía mundial. La
colaboración con el Banco Mundial en temas relacionados
con la lucha contra la pobreza es especialmente estrecha porque
es el Banco, más que el FMI, quien cuenta con los
cono-cimientos para ayudar a los países a mejorar sus
me-didas de política
social (véase la sección siguiente).

Otros campos en los que el FMI y el Banco Mundial
están trabajando estrechamente comprenden la
evaluación del sector financiero de los países
miembros con el propósito de identificar puntos
vulnerables, la elaboración de normas y códigos y
la mejora de la calidad,
disponibilidad y cobertu ra de los datos sobre deuda
externa

El FMI es miembro del Foro sobre Estabilidad Financiera,
que reúne a las autoridades nacionales encargadas de la
estabilidad financiera en importantes centros financieros
internacionales, entidades reguladoras y supervisoras
interna-cionales, comités de expertos en banca central e
instituciones financieras internacionales.

Un nuevo enfoque en la
lucha

contra la pobreza

El FMI es una institución monetaria, no de
desarrollo, pero le compete un papel importante a la hora de
reducir la pobreza en los países miembros: el crecimiento
económico sostenible, que es esencial para que disminuya
la pobreza, exige medidas macroeconómicas acertadas y
éstas constituyen el núcleo mismo del mandato del
FMI. Desde hace muchos años, por medio de su
asesora-miento, asistencia técnica y respaldo financiero,
el FMI ha prestado ayuda a los países de bajo ingreso para
que im-plementen medidas de política que fomenten el
crecimiento y eleven el nivel de vida. Entre 1986 y 1999, 56
países, con una población total que as-ciende a 3.200
millones de personas, obtuvieron présta-mos a bajo
interés al amparo del servicio de ajuste estruc-tural
(SAE) y su sucesor el servicio reforzado de ajuste estructural
(SRAE) (véase la página 27), cuyo propósito
era ayudar a los países miembros más pobres del FMI
a conse-guir un crecimiento económico más firme y
la mejora soste-nida de la balanza de pagos.

Estos servicios han signifi-cado un aporte considerable
al esfuerzo de desarrollo rea-lizado por los países de
bajo ingreso pero, pese a la impor-tante asistencia del FMI y de
la comunidad de donantes en general, muchos de esos países
no han alcanzado el progreso necesario para una reducción
perdurable de la pobreza.

La situación ha llevado a que gobiernos,
organismos inter-nacionales y otras partes interesadas, realicen
en los últimos años un intenso reexamen de las
estrategias de
desarrollo y endeu damiento. La conclusión ha sido que es
necesario hacer mucho más.

En las reuniones anuales conjuntas del FMI y el Banco
Mundial celebradas en 1999, los ministros de los países
miem-bros dieron su respaldo a un nuevo enfoque.

Decidieron que la base para todo el crédito de
carácter concesionario y el alivio de la deuda concedidos
por el FMI y el Banco Mundial será la estrategia de lucha
contra la pobreza que determine el propio país. De esta
manera, se daba paso en la elaboración de los programas a
un enfoque configurado mucho más que antes por los propios
países interesados.

El nuevo
enfoque: Centrarse en las

necesidades de los pobres

Una estrategia de lucha contra la pobreza mucho
más foca-lizada puede asegurar que el debate sobre medidas
de política concede la prioridad más urgente a
atender las necesidades de los pobres, sobre todo si, en la
formulación de la estrategia, se consigue una
participación amplia que incluya a la sociedad civil.
Más aún, la estrategia de lucha contra la pobreza
significa que los países pueden colocarse "al mando" de su
propio de-sarrollo, con una visión claramente vertebrada
de su futuro y un plan
sistemático para alcanzar las metas que se
persiguen.

Como fundamento del nuevo enfoque se ha elaborado una
serie de principios, que sirven de orientación para la
planifica-ción de la estrategias de
lucha contra la pobreza.

Dicha serie de principios comprende:

• Enfoque integral del desarrollo y concepto amplio
de la pobreza como aspectos esenciales.

• El crecimiento económico más
rápido es vital para que la reducción de la pobreza
no se detenga; la mayor parti-cipación de los pobres puede
fomentar el potencial de crecimiento de un
país.

• Es imprescindible que la "autoría" de las
metas, de la estrategia y del rumbo del desarrollo y de la lucha
contra la pobreza sean del propio país.

• La comunidad que se ocupa de los temas de
desarrollo tiene que colaborar estrechamente.

• El enfoque debe recaer claramente en los
resultados.

Los resultados de este nuevo enfoque no
aparecerán de la noche a la mañana. Una transfor
mación de la magnitud que se desea entraña la
reforma de instituciones para que puedan

rendir cuentas públicamente, sin olvidar a los
pobres, y eldesarrollo de la capacidad del país para
responder a las ne-cesidades de los ciudadanos. Los resultados se
obtendrán únicamente si gobiernos y colaboradores
se comprometen a largo plazo. Para conseguirlo, los países
participantes elabo-ran un plan maestro que
se conoce como documento de estrategia de lucha contra la pobreza
(DELP). Este plan general para reducir la pobreza facilita que la
comunidad

internacional —comprendido el FMI— pueda
prestar el apoyo más eficaz posible.

El papel que
corresponde al FMI y el Banco Mundial

El Banco Mundial y el FMI dan apoyo a los gobiernos para
la elaboración de las estrategias, pero sin determinar las
con-clusiones.

Las gerencias del Banco Mundial y el FMI reconocen que
para ello hace falta un cambio en la cultura y la
actitud
organizativas de ambas instituciones y de otras
instituciones

colaboradoras. Ese cambio se está
produciendo.

Coordinando la tarea desde un principio y manteniendo
líneas de comuni-cación abiertas con las
autoridades nacionales —sobre todo facilitando la
información de tipo diagnóstico que está
dis-ponible— el Banco Mundial y el FMI pueden asegurarse de
que ayudan a los países de forma oportuna y
completa.

Una y otra institución se centrará en los
campos de su especialidad. Así, el personal del Banco
Mundial marcará el camino con el asesoramiento en aspectos
de las medidas sociales que hacen falta para reducir la pobreza,
comprendida la labor necesaria de diag-nóstico.

El FMI asesora a los gobiernos en cuestiones
relacionadas con sus atribuciones tradicionales, com-prendido el
fomento de medidas macroeconómicas prudentes. En los
campos que entran en la especia-lidad de ambas instituciones, por
ejemplo, gestión fiscal, ejecución presupuestaria,
transparencia del presupuesto y
gestión tributaria y aduanera, el Banco Mundial y el FMI
coordinan estrechamente su trabajo.

Como el DELP establece el contexto para el
crédito concesionario y el alivio de la deuda del
FMI

y el Banco Mundial, la estrategia fijada es de
impor-tancia crítica para ambas instituciones. Los
países participantes envían la estrategia decidida
a los directorios ejecutivos del FMI y el Banco Mundial para su
respaldo. Los directorios de ambas institu-ciones reciben
también una evaluación preparada por el personal
del Banco Mundial y el FMI en la que se analiza la estrategia y
se incluyen recomen-daciones para el respaldo.

Para conseguir éste no es necesario que la
estrategia se ajuste totalmente a las recomendaciones del
personal. Este procedi-miento asegura a los directorios
ejecutivos —y a la comunidad internacional— que la
estrategia, aunque reciba quizá amplio apoyo nacional,
también tiene en cuenta de manera efectiva las cuestiones
que pueden ser difíciles o crear divisiones.

Recuadro 5

Formulación de las estrategias de lucha
contra la pobreza

El objetivo de elaborar un documento de estrategia de
lucha contra la pobreza (DELP) es reforzar los principios
básicos de la autoría del país, de un
desarrollo integral y de amplia participación
pública. Aunque no hay un patrón establecido para
formularlo, existen varios elementos

centrales que probablemente figuren en todas las
estrategias.

Diagnóstico de obstáculos para el
crecimiento y la reduc-ción de la pobreza. Una estrategia
de lucha contra la pobreza puede comenzar con los datos que ya
existan sobre quiénes son los pobres y dónde viven,
y con identificar áreas sobre las que hace falta obtener
más datos. Con una descripción de este tipo como base, la
estrategia de lucha contra la pobreza podría analizar los
obstáculos de índole macroeconómica, social
e institucional que impiden un crecimiento

más rápido y la reducción de la
pobreza.

Medidas de política y objetivos.
Gracias a una comprensión más profunda de la
pobreza y de sus causas, el DELP podría señalar a
continuación las metas a mediano y a largo plazo de la
estrategia de lucha contra la pobreza en el país y
establecer las medidas macroeco-nómicas,

estructurales y sociales para poder alcanzar esas
metas.

Seguimiento de lo conseguido. Para comprender mejor la
rela-ción entre medidas de política y resultados,
la estrategia de lucha con-tra la pobreza deberá incluir
un marco para el seguimiento del avance que se vaya consiguiendo,
además de mecanismos para compartir la información
con los socios del país en las tareas de
desarrollo.

Asistencia externa. La estrategia podrá mejorar
también la efi-cacia y eficiencia de la
asistencia externa al identificar el volumen de apoyo financiero
y técnico que hace falta para llevar a cabo la
estrate-gia.

También podría evaluar los efectos
potenciales sobre la pobreza si se elevara o disminuyera el
compromiso de ayuda, comprendido el ahorro
efectivo obtenido del alivio de la deuda.

Proceso participativo. La estrategia podría
describir el formato, frecuencia y lugar de las consultas, un
resumen de los temas principa-les planteados y las opiniones de
los participantes, la descrip ción del efecto que las
consultas han tenido sobre la elaboración de la
estrate-gia y un análisis de la función de la
sociedad civil
en el seguimiento y la implementación futuros.

Reducción de la carga de la
deuda

En 1996, el Banco Mundial y el FMI pusieron en marcha la
Iniciativa para los PPME con el objeto de reducir la carga de la
deuda de los países más pobres del mundo. Esta
Inicia-tiva ha sido vista como un medio para ayudar a los
países interesados a conseguir el crecimiento
económico y a reducir la pobreza.

Aunque varios países resultaron habili-tados para
acogerse a la Iniciativa y, al mes de septiembre de 1999, se
había compro-metido alivio de la deuda en valores
no-minales por un total de más de US$6.000 millones para
siete países, se ha expre-sado el temor de que la
Iniciativa no va lo bastan te lejos ni tampoco con suficiente
rapidez.

En consecuencia, con ocasión del nuevoenfoque
dado a la lucha contra la pobreza a partir de 1999, se
incorporaron a la Iniciativa algunos elemen-tos de
refuerzo:

• Alivio de la deuda más amplio y profundo,
reduciéndose los parámetros de deuda para la
habilitación; así, el nú-mero de
países habilitados para recibir alivio en virtud de la
Iniciativa reforzada está ahora en torno a los 36,
frente a los 29 anteriores.

• Alivio de la deuda más rápido,
gracias al financiamiento facilitado en etapas más
tempranas de un programa de medidas de política, con lo
que se pueden liberar recur-sos para el gasto que reduzca la
pobreza, por ejemplo en áreas de salud y educación.

En combinación con el alivio de la deuda en
fuentes fuera
de la Iniciativa para los PPME, cabe esperar que los
países con-sigan una reducción media de la masa de
su deuda de aproxi-madamente dos tercios, lo que liberará
recursos para el gasto social.

Al mes de noviembre de 2001, 24 países de bajo
ingreso —20 de ellos en África al sur del
Sahara— comenzaron a reci-bir alivio de la deuda en virtud
de la Iniciativa para los PPME.

Los países habilitados son países de bajo
ingreso en los que la carga de la deuda presenta niveles
insostenibles; la mayoría se encuentra en África.
Para estos países, incluso el recurso pleno a los
mecanismos tradicionales de reestructuración y
reducción de la deuda —más la ayuda,
préstamos concesiona-rios e
implementación de las medidas acertadas— resultan
in-suficientes para poder alcanzar un nivel "sostenible" de deuda
externa, es decir, un endeudamiento cuyo servicio pueda ser
atendido sin problemas contando con los ingresos de la
exportación, la ayuda y la entrada de capital, al tiempo
que se mantiene un nivel adecuado de importaciones.

Conforme a la Iniciativa para los PPME, se facilita la
reduc-ción de la deuda en apoyo de las medidas que
fomenten el crecimiento económico y la reducción de
la pobreza. Parte de la labor del FMI, en colaboración con
el Banco Mundial, es asegurar que los recursos facilitados para
reducción de la deuda no se desperdician: la
reducción de la deuda, sin las medidas adecuadas, no
entrañaría ningún beneficio desde el punto
de vista de la lucha contra la pobreza. Las medidas de
política para reducir la pobreza tienen que estar
respalda-das no sólo por el alivio de la deuda sino
también por una mayor corriente de ayuda de los
países más ricos y por mejor acceso de los
países en desarrollo a los mercados de los países
industriales.

El éxito que tenga el estímulo de un
crecimiento amplia-mente compartido y, especialmente, el apoyo
para asegurar que los pobres no se quedan cada vez más
rezagados, com-pete colecti vamente a la totalidad de la
comunidad interna-cional.

El FMI se ha propuesto hacer lo que pueda como parte del
esfuerzo más amplio de conseguir que las ventajas de la
globalización alcancen a todos.

 

Rocio Jauregui

Partes: 1, 2
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